En medio de la represión de la policía a los médicos, residentes y enfermeros que protestaban por el proyecto de regulación de la actividad la cámara sesionó a pesar que varios legisladores opositores habían bajado para evitar que golpearan a los manifestantes y no los dejaban volver al recinto.
El proyecto era repudiado por los trabajadores del sector, que se manifestaron frente a la legislatura para expresar su rechazo. Incluso habían emitido un comunicado aclarando que “el nuevo proyecto de ley no nos considera como trabajadores de salud, desliga nuestro sueldo del proporcional de los profesionales de planta, nos quita licencias, dibuja a las guardias como ‘actividades de formación intensiva’”.
Sin embargo, la policía reaccionó con violencia y atacó a los manifestantes, lo que despertó la solidaridad de legisladores de la oposición.
Si bien el oficialismo cuenta con mayoría propia en la Legislatura, aprovecharon la ausencia-y que no se les permitió regresa- para aprobar el proyecto.
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