Juventud Peronista, fue fundada en 1955 por Gustavo Rearte

Gustavo Rearte, cofundador de la Juventud Peronista. Falleció el 1 de julio de 1973.

La Juventud Peronista, más conocida como JP, engloba al sector juvenil del Movimiento Nacional Justicialista. Fue fundada en 1955 por Gustavo Rearte junto a otros jóvenes militantes argentinos que se planteaban colaborar con la resistencia obrera a la dictadura militar que tomó el poder en 1955, derrocando al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y proscribiéndolo. Es miembro pleno y actualmente posee la presidencia, a través de Fernando Grill, de Juventud de la Organización Demócrata Cristiana de América.




Gustavo Rearte funda la Juventud Peronista en 1957 y fue integrante de su primera mesa ejecutiva. Cuando Lonardi, Aramburu y Rojas derrocan a Perón en 1955, proscriben al Partido Peronista y prohiben la utilización del nombre propio de Perón, imágenes y todo lo relacionado con ellos, Rearte es uno de los jóvenes trabajadores peronistas que integran los numerosos Comandos de la Resistencia, formando parte del Comando Juan José Valle. La lucha por la vuelta de Perón y contra el régimen dictatorial lo lleva a juntarse con otros militantes peronistas: Carlos Caride, Jorge Rulli, Envar El Kadri, Susana Valle y Felipe Vallese.
[editar] Primera acción de resistencia armada urbana
En 1960, Rearte, El Kadri, Jorge Rulli y Vallese, entre otros, participan de la primera acción de resistencia armada urbana, que firmaron bajo la sigla Ejército Peronista de Liberación Nacional (EPLN): el ataque a una guardia de la Aeronáutica en Ciudad Evita. Rearte fue el jefe del operativo, que les permitió apropiarse de dos subametralladoras PAM, uniformes y municiones.
La JP envió a Rearte a Montevideo a establecer contacto con los exiliados peronistas y allí se reúne con John William Cooke, jefe del Comando Táctico de la Resistencia Peronista. Cuando regresa, se tirotea con la policía, resulta herido y es detenido. Sucesivamente, pasa por las cárceles de Devoto, Caseros y Lisandro Olmos.
El 23 de agosto de 1962, a las 20:30 horas, otro de los fundadores de la Juventud Peronista, el obrero metalúrgico Felipe Vallese, es secuestrado en la puerta de su casa, en el barrio porteño de Flores. Sus captores son integrantes de la policía de la provincia de Buenos Aires, Unidad Regional San Martín, comandados por el inspector Juan "El Tano" Fiorillo, quien 20 años después será mencionado en las listas de la Comisión Nacional sobre la desaparición de personas (CONADEP) como torturador en el campo de concentración "Omega", durante la dictadura militar iniciada en 1976. Felipe Vallese no aparecerá nunca. Algunos lo consideran el primer desaparecido de la historia argentina contemporánea, en tanto otros opinan que lo fue Juan Ingallinela, dirigente comunista detenido y torturado por la policía en junio de 1955 durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, y cuyo cuerpo nunca fue encontrado.
En julio de 1963, el gobierno radical de Arturo Illia promulgó una amnistía para todos los presos políticos, por lo que fueron liberados, entre otros, Rearte, Rulli, Spina y El Kadri,5 quienes se abocan a reorganizar la JP, que había sufrido duros golpes por la represión implementada por el gobierno radical de Arturo Frondizi en base al Plan CONINTES (Plan de Conmoción Interna del Estado de marzo de 1960).

PRIMER CONGRESO NACIONAL DE LA JUVENTUD PERONISTA

El 27 de octubre de 1963 se convocó al Primer Congreso Nacional de la Juventud Peronista, en la ciudad de Huerta Grande, Provincia de Córdoba, a la que asisten delegados y representantes de Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Mendoza, Neuquén, Buenos Aires, Capital Federal y San Juan, que realiza una convocatoria "a todos los jóvenes, sin distinción de clase social, nacionalidad, instrucción o raza, que amen a su patria y estén dispuestos a luchar hasta el fin por su liberación".
El Congreso emite una declaración en la que los congresales exigen la derogación de todas las leyes represivas; una amnistía general para todos los presos políticos y sociales; el retorno del general Perón y la restitución de los restos de Eva Perón, (sustraídos y ocultados por la Revolución Libertadora); control del Estado sobre los medios de producción y el comercio exterior; nacionalización del sistema bancario; expropiación de los latifundios sin indemnización; nacionalización de toda la industria extractiva y productiva de materias primas: petróleo, electricidad, siderurgia y frigoríficos; prohibición de importaciones competitivas con la industria nacional; prohibición de exportación de capitales; nulidad de la deuda externa y compromisos internacionales; intervención obrera sobre la producción; denuncia de los tratados internacionales que afecten la soberanía; respeto a la autodeterminación de las naciones y los pueblos; solidaridad con los pueblos del mundo que luchan por su liberación.
Pese a que las declaraciones que anteceden fueron votadas por unanimidad, esta concordancia no es suficiente para arribar a una unificación de la Juventud Peronista. Surgen estructuras que, si bien coinciden en los lineamientos generales, mantienen su independencia orgánica, como el Movimiento de la Juventud Peronista liderado por Envar el Kadri y Carlos Caride y la Juventud Revolucionaria Peronista, cuyo principal referente es Gustavo Rearte. Posteriormente, éste último se integrará al Movimiento Revolucionario Peronista (MRP), formando parte de su conducción.

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