Con esas palabras homenajeaba Ana Giacosa, escritora salteña, a quien es la referente de la lucha de las mujeres argentinas y del mundo.
Con la pasión de quienes tienen una misión profundamente revolucionaria, Eva fue el blanco de los peores ataques al peronismo: la atacaron por las formas, por el desenfado, por la moral, por el aspecto y, finalmente, se regocijaron con su enfermedad. Tamaña virulencia recuerda a Don Quijote: ladran Sancho..:.
El peronismo puso los cimientos de la Argentina moderna, productiva, de derechos, inclusiva, cuya tarea ha continuado Néstor Kirchner y hoy conduce la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Escuela fábrica, universidad gratuita, universidad obrera, colonias de vacaciones, estatuto del peón, voto femenino, derechos de la empleada doméstica, derechos de los mayores, industria, comercio internacional al servicio del país y no sólo de una minoría propietaria, Banco Industrial, en fin, una Argentina productiva y de derechos.
La misma que hoy conduce la Presidenta. Con los mismos sueños, actualizados a las necesidades y concreciones del momento: recuperación del trabajo, paritarias, jubilaciones estatales, movilidad jubilatoria, generalización de las asignaciones familiares a partir de la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo, para trabajadores que no tienen, todavía, regularizada su situación laboral.
Y una apuesta estratégica a una Argentina integrada, donde el proyecto agroexportador sea complementario del proyecto industrialista, donde cada vez más, podamos beneficiarnos de la producción de bienes con valor agregado de trabajo argentino y donde aseguremos a nuestro pueblo el acceso a derechos, bienes y servicios, y al mismo tiempo crezcamos lo suficiente para que todos los sectores ganen, acortando las brechas sociales, poniendo límites a la voracidad de los eternos privilegiados.
Esa es la apuesta a una Argentina moderna, integrada, con derechos, que se observa en un crecimiento económico de la mano del aumento del consumo popular, que se ve en Tecnópolis, el Ministerio de Ciencias, el Sátelite en órbita o los radares nacionales resultado de una elección estratégica de educación universitaria gratuita, cada vez más universal.
Esa Argentina es la heredera de la esperanza que depositó el pueblo en Perón y Eva.
Donde hay una necesidad, nace un derecho, decía Evita y trabajaba incansablemente para eso. Sabía muy bien que no había que perder un segundo, que una Argentina para todos implicaba tocar intereses minoritarios muy arraigados.
Hoy las pintadas callejeras estarían sustituidas por la repetición hasta el cansancio en los canales monopólicos de malas noticias (verdaderas o falsas, eso no importaría), difamaciones mediante falsas encuestas, manipulación informativa y el ocultamiento de los verdaderos intereses.
Hoy Eva está más viva que nunca en la ley de medios audiovisuales, en cada mujer que cobra la Asignación por Hijo y aprende computación de la mano de su hijo, en cada persona mayor que recuperó la dignidad del reconocimiento a su trabajo, en el matrimonio igualitario, en cada nieto recuperado, en cada cooperativa, en cada nueva vivienda popular, en cada docente y en cada científico que recuperó la esperanza y el entusiasmo y en cada niño que dejó de ser un objeto. Con todos ellos la recordamos, y con orgullo vamos a participar de la inauguración de su imagen presidiendo toda la Avenida 9 de Julio
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